TLDR : Nina V., de 18 años, fue sospechosa de usar IA durante los exámenes, pero después de una revisión, fue declarada inocente y aprobada con mención.
En una época en la que la IA está revolucionando los métodos de aprendizaje y evaluación, la historia de Nina V., de 18 años, plantea serias preguntas sobre los procedimientos de control en los exámenes nacionales.
El pasado 16 de junio, Nina realiza la prueba de filosofía. Sufriendo de un trastorno de atención, utiliza una computadora sin conexión a Internet, una adaptación prevista por el Ministerio de Educación. El 3 de julio siguiente, en vísperas de los resultados del bachillerato, recibe por correo electrónico un acta de sospecha de fraude establecida el 3 de julio por el corrector. El lunes pasado, pocas horas después de la publicación de un artículo en Le Parisien, el rectorado le envía una convocatoria a la comisión académica de disciplina, prevista para el 22 de agosto.
Pero un giro inesperado ocurre a continuación: un nuevo correo electrónico le anuncia que se habían abandonado los cargos, tras examinar su expediente académico y sus notas. El rectorado menciona un "error de entrada que provocó la emisión de una convocatoria", Nina es oficialmente declarada aprobada en el bachillerato con mención bastante bien y finalmente puede validar sus deseos en Parcoursup.
Su madre, Emmanuelle V., que se ha movilizado incansablemente para defender la inocencia de su hija, se dice aliviada pero sigue preocupada por los fallos del sistema. Ella declara a Le Parisien:
"Fue una montaña rusa emocional. Pero no soy tonta, y estoy convencida de que la presión mediática y el hecho de haber testificado a cara descubierta hizo avanzar el caso de Nina".
Este caso cuestiona la capacidad de las instituciones para detectar los usos indebidos de la IA sin comprometer los derechos de los estudiantes. Nina podría haber recibido tanto una advertencia como la prohibición de inscribirse en los próximos cinco años en una institución pública que imparta formación post-bachillerato...