La conceptualización es el proceso mediante el cual las ideas o fenómenos brutos se estructuran y organizan en conceptos abstractos, permitiendo una mejor comprensión, modelado y manipulación en los sistemas de inteligencia artificial (IA). Implica la identificación, definición y formalización de las entidades, relaciones y propiedades clave de un dominio, facilitando así la creación de modelos cognitivos o computacionales coherentes. La conceptualización se diferencia de otros enfoques, como la clasificación o la mera extracción de datos, por su capacidad para crear representaciones semánticas ricas y reutilizables.

Casos de uso y ejemplos de utilización

La conceptualización se utiliza en la construcción de ontologías para la web semántica, la elaboración de bases de conocimiento y la modelización de dominios complejos (salud, finanzas, industria). Por ejemplo, en los asistentes de voz, permite relacionar comandos naturales con acciones informáticas precisas. En la visión por ordenador, ayuda a convertir objetos detectados en conceptos manipulables para razonamientos de alto nivel.

Principales herramientas, librerías y frameworks

Entre las herramientas dedicadas a la conceptualización destacan Protégé (para edición de ontologías OWL), WebProtégé, TopBraid Composer, así como frameworks como Apache Jena (Java) u Owlready2 (Python). Estas herramientas facilitan la creación, gestión y explotación de conceptos en sistemas automatizados o colaborativos.

Últimos desarrollos, evoluciones y tendencias

Los avances recientes se centran en la automatización parcial de la conceptualización mediante aprendizaje automático, especialmente en la extracción de conceptos a partir de textos no estructurados o grandes grafos de conocimiento. La integración con grandes modelos de lenguaje (LLM) permite conceptualizaciones dinámicas y evolutivas, adaptadas a dominios en rápida transformación.