La startup francesa Mistral AI, fundada hace apenas dos años, acaba de dar un nuevo paso estratégico en su desarrollo: anuncia, en asociación con Nvidia, el lanzamiento de Mistral Compute, una infraestructura de computación soberana dedicada a la inteligencia artificial. Esta colaboración, revelada durante el salón VivaTech, cristaliza las ambiciones europeas en materia de soberanía tecnológica.

Una infraestructura IA completa, del GPU al PaaS

Con Mistral Compute, la joven empresa aspira a ofrecer una plataforma integrada para las empresas que desean desarrollar sus propias aplicaciones de IA, sin depender de los gigantes estadounidenses o chinos del cloud. La solución incluirá todos los niveles de la infraestructura IA: servidores bare metal, orquestación de software, API, productos y entornos PaaS completamente gestionados.

El proyecto se basa en una asociación estratégica con Nvidia, que proporcionará a Mistral alrededor de 18,000 procesadores GPU Blackwell, entre los más poderosos y costosos del mercado, para equipar un futuro centro de datos de 40 MW situado en Essonne. Esta potencia podría alcanzar los 100 MW a largo plazo. El objetivo es claro: ofrecer una capacidad de computación de punta garantizando al mismo tiempo un hospedaje europeo conforme a las exigencias de soberanía y sostenibilidad.

Una respuesta europea a los desafíos geopolíticos

Este proyecto se inscribe en un contexto geopolítico tenso. Mientras las declaraciones recientes de la administración Trump reavivan las tensiones transatlánticas, Europa parece tomar conciencia de la urgencia de construir una industria tecnológica autónoma. El acuerdo entre Mistral y Nvidia es percibido por muchos observadores como un primer hito hacia una soberanía digital europea creíble.

«No queremos solo construir modelos de IA, sino proporcionar a nuestros clientes las herramientas y el entorno necesario para que desarrollen los suyos, con total autonomía», declaró Arthur Mensch, CEO de Mistral AI.

Una recaudación de fondos XXL en preparación

Pero esta ambición tiene un costo. Según el Financial Times, Mistral estaría preparando una nueva recaudación de fondos de mil millones de dólares para financiar esta expansión. Una operación crucial ya que la ronda de financiamiento anterior de 600 millones de euros ya había puesto de relieve la dependencia de capitales no europeos, con la participación de fondos estadounidenses (Andreessen Horowitz, Lightspeed, General Catalyst) y del multimillonario israelí Yuri Milner.

Esta búsqueda de financiamiento subraya una paradoja: Europa quiere su autonomía tecnológica, pero todavía lucha por autofinanciarse.

Socios de peso ya comprometidos

A pesar de estos desafíos, Mistral puede contar con el apoyo de actores estratégicos. Entre los primeros clientes y socios del proyecto se encuentran BNP Paribas, Orange, la SNCF, Thales, Kyutai, Veolia, Mirakl, Schneider Electric, SLB Groupe y Black Forest Labs. Estas empresas ven en Mistral Compute una oportunidad de desplegar sus aplicaciones IA garantizando al mismo tiempo la soberanía de sus datos y la conformidad con las regulaciones europeas.

El lanzamiento de la infraestructura está previsto para 2026, con una fuerte voluntad de convertirlo en un modelo en cuanto a impacto reducido de carbono, gracias al uso de energía descarbonizada.